La familia, espacio sagrado de personalización
Móstoles (Madrid), 08-05-2010
Matrimonio: núcleo
D).- Ese carácter sagrado de la familia demanda que sea considerado también como sagrado el núcleo desde donde se expande todo el conjunto de las relaciones interpersonales que harán posible la verdadera personalización. Me estoy refiriendo al matrimonio. Como se nos recordaba en Informe de las Naciones Unidas sobre el Año Internacional de la Mujer, “hombres y mujeres forman dos aspectos de la misma esencia vital y unidos hacen posible la vida humana”.
¿Cómo se podría satisfacer la necesidad afectiva de vinculación del niño si el receptáculo personal que lo gesta no cuenta con ninguna vinculación y es inestable? ¿Es posible una percepción del otro que sirva de base para el desarrollo de la seguridad y de la “confianza básica” cuando los otros sobre los que ha de apoyar su crecimiento sitúan su relación en la provisionalidad, en la transitividad o en la fragilidad de una negociación de intereses? Frivolizando y reduciendo el amor a simple conjunto de estímulos-respuestas de carácter sensorial o epidérmico, se frivoliza y se reduce, consecuentemente, el matrimonio. Vaciado el matrimonio, se termina por vaciar a la familia. Vaciada la familia, la persona queda a la intemperie. Lo sagrado habrá quedado reducido a despojos…