Saber mirar
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De vuelta de la Modernidad para ser en verdad modernos

Censo en Belén, Pieter Brueghel
PIETER BRUEGHEL, “EL CENSO DE BELEN”
MIGUEL D'ORS


Él, que pudo parar el Universo
y entrar con clamoroso cortejo de prodigios
en nuestra historia, prefirió ocultarse
en los comunes trámites de un vientre
de mujer y en el paso gris de una burra sobre
la nieve embarrizada de una tarde
anónima.

Ved cómo va acercándose
a nuestra estirpe sin quebrar ni una
ramillas de ese invierno, cómo se va mezclando
con nuestros menesteres: cobertizos,
juegos de niños, carros,
familias y costumbres.

No muy lejos
habrá un pesebre tibio. Nacerá
un niño más.

Y Dios cruzará el tiempo
rozándose con todas las cosas de los hombres
(14, DEL 3, 1981)


CUERPO


Hablo de ti, pero eres tú quien habla.
Y si te miro es solo
Con estos ojos que son parte tuya.
Inseparables, confundidos desde
El diminuto instante del origen,
He vivido bastante –hemos vivido,
Mi viejo compañero (y aquí están
Nuestras arrugas, nuestras cicatrices)-
Para saber que no eres algo que yo posea:
Eres de alguna forma inexplicable,
Yo mismo, mi existencia; la única manera
En la que puedo estar en este mundo
Eso que en estos versos vengo llamando yo.

Y sin embargo vas abandonándome,
Perdiendo fuerzas; ya no me sostienes
Como antes; ya adivino cada tarde
Mas cercano el momento de nuestra despedida.
A ti te confiarán a una tierra piadosa
En la que, entre raíces, larvas y aguas a tientas
Irás desvaneciéndote en olvido
Y yo echado a los brazos de la Misericordia
Esperaré la bienaventurada
Hora en la que regreses, luminoso
Y eterno y nos unamos nuevamente
En una juventud inamovible.

(22-23-VIII-2012)


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