"Protestas y barricadas urbanas, eslóganes de rebeldía e inconformismo, marxismo en estado puro para una revolución socio-cultural, violencia y utopías pacifistas y de todo tipo, amor libre y drogas en la comuna hippie. Y también lucha contra la autoridad y la jerarquía, contra la moral y la religión, contra la estructura y el orden: «¡prohibido prohibir!».
Esto y mucho más se respiraba en las calles de París en mayo del 68, en un movimiento básicamente de estudiantes —también de obreros— alterados por algunos agitadores de masas. Un mundo de inquietudes y contradicciones, que se extendió como la pólvora, que comenzó como una entusiasta y airada reacción de protesta y liberación, para terminar con un profundo sentimiento de desencanto, de insatisfacción y de vacío."
Julio Rodríguez Chico
Esto y mucho más se respiraba en las calles de París en mayo del 68, en un movimiento básicamente de estudiantes —también de obreros— alterados por algunos agitadores de masas. Un mundo de inquietudes y contradicciones, que se extendió como la pólvora, que comenzó como una entusiasta y airada reacción de protesta y liberación, para terminar con un profundo sentimiento de desencanto, de insatisfacción y de vacío."
Julio Rodríguez Chico
Mayo del 68: 50 años después
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