Verano 2012

Educar en un tiempo de crisis... Educar, ¿para qué?

Del 20 al 27 de julio de 2012

 

Educar en un tiempo de crisis... Educar, ¿para qué?
“A mí las universidades me provocan un hondo estado depresivo cuando las visito con la ilusión de encontrar en ellas un foco de dedicación al cultivo desinteresado del saber y un remanso de libertad académica.

Se ha empequeñecido allí la amplitud del panorama, que ha dejado de ser universal para convertirse en localista o, todo lo más, en cosmopolita. Ya no creen en la búsqueda de la verdad ni en la educación intelectual de los jóvenes estudiosos.

En vez de hallar estos clásicos ideales universitarios, con lo que quizá se tropieza uno es con el activismo y la banalidad de unas personas insignificantes, preocupadas exclusivamente de sus afanes de poder, de sus intereses económicos, de sus mínimas prepotencias y de su patético prestigio.

Son escuelas profesionales de cuarto grado, sin libros y sin lectores, que en ocasiones no han montado siquiera bibliotecas, con la falsa excusa de que ahora “todo está en la Red”.

Alejandro Llano

FORUNIVER, Foro Universitario de Verano, se ofrece de nuevo como ámbito de encuentro y de amistad en el que se dan cita profesores, alumnos y profesionales de diferentes campos para reflexionar juntos sobre un tema esencial. En esta ocasión, sobre uno de los temas centrales del crítico momento que nos toca afrontar.

Lo hemos titulado “Educar en un tiempo de crisis. ¿Educar, para qué?”.

No nos referimos sólo a la educación escolar. Hablamos de “toda la educación”, la que se funda en la familia, la que llevan a cabo los medios de difusión, configuradores de las modas y mentalidades, y de los valores y gustos compartidos por las masas; la que se trasluce en el cine, la que ahora nos exigen los responsables y gurús de la economía -esa que tiene que ver, dicen, con el fomento del “emprendimiento” y la empleabilidad-...

Pero también hablamos de esa educación del corazón que se va produciendo cuando, entre la maraña de solicitaciones de todo tipo que nos bombardean a diario, y lo difícil que se hace la convivencia, las experiencias vitales nos van haciendo sacar lecciones “para nuestra vida”. Y así nos vamos educando, también a nosotros mismos.

Si nos lamentamos de que nuestra época de crisis económica ha estallado cuando las finanzas y los excesos del consumismo nos han agujereado los bolsillos, es preciso reconocer que antes fuimos educados en la cultura del éxito a ultranza, del pragmatismo del “todo vale para estar a gusto conmigo mismo” y ver satisfechos mis deseos. Esto sólo es el resultado.

Al mismo tiempo nos hemos hecho más frágiles a la hora de encajar y superar las frustraciones que florecen por doquier. Nos hemos hecho hedonistas, idólatras del cuerpo y la salud, y egoístas de tomo y lomo. Superficiales, incapaces de asumir compromisos a largo plazo, amigos del enriquecimiento material fácil. Han aparecido nuevos síndromes, como el de Peter Pan -eternos adolescentes incapaces de asumir responsabilidades y madurar-, el vacío existencial, el síndrome delpequeño emperador, -esos hijos que maltratan a sus padres por no haber obedecido nunca y por carecer de límites en su comportamiento. Esclavos del “me gusta/me apetece/tengo ganas” y del “no me gusta/no me apetece/no tengo ganas”… Más manipulables por los magos de los estímulos de agrado y desagrado, de los conductores de masas y los demagogos-…

Y además, ya no tenemos tiempo. Para lo esencial, para nuestros hijos, para nuestros padres, para contemplar, para pensar, para leer sosegadamente, para hacer balance de nuestra vida…

Tenemos, a pesar incluso de la recesión económica, más medios educativos que nunca. Y el fracaso escolar y educativo, y la insatisfacción, son mayores que en otros momentos. Tenemos más libertad, pero no sabemos muy bien qué hacer con ella. Ya no nos hacemos grandes preguntas. Lo peor de todo es que se trata en el fondo de una crisis de educadores y de verdadera autoridad. Necesitamos auténticos maestros de vida.

Si nos falla la educación, es porque antes nos fallaron los valores de sentido; y si falla la educación acabará fallando todo. Porque el futuro se nubla de desencanto y desesperanza.

Necesitamos volver a pensar juntos en la educación. Y preguntarnos: ¿PARA QUÉ?

En nombre de todos cuantos hemos puesto nuestro entusiasmo mejor en esta aventura ilusionante, te envío nuestra invitación más cordial.

FORUNIVER es una amistad que crece. Te esperamos. No vengas solo/a.

Gaudeamus!

Andrés Jiménez Abad, director pedagógico.

 

PROFESORES PONENTES INVITADOS
  • Santiago Arellano Hernández

Catedrático de Literatura. Ex Director General de Educación del Gobierno de Navarra

  • Fernando Carbajo López

Catedrático de Filosofía. Ex Jefe de gabinete de la Consejería de Educación del Gobierno de Navarra

  • Alfonso Echávarri Gorricho

Coordinador de Programas del Teléfono de la Esperanza de Navarra. Psicólogo y Biólogo.

  • Ana Artázcoz Colomo

Licenciada en Psicopedagogía. Orientadora del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.

  • Javier Ibarz Gabardós
  • José Alfredo Elía
  • Juan Antonio Gómez Trinidad

Catedrático de Filosofía. Ex Director General de Educación del Gobierno de la Rioja y Ex parlamentario.

 

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