Benjamin Britten (1913-1976)
100 años del gran músico inglés del siglo XX
Por Javier Ibarz Gabardós
Benjamin Britten nació en Suffolk, Inglaterra, en 1913, hace ahora 100 años. Es una figura clave en la historia de la música inglesa, probablemente el mayor músico nacido en las islas desde Henry Purcell. Supo aunar la tradición y la modernidad, la exigencia musical con la cercanía al público. Cultivó casi todos los géneros: la ópera (Peter Grimes, 1945), la música sinfónica, de cámara, el lied, la música religiosa (War Requiem, 1962), coral… Su preocupación pedagógica se manifiesta en obras como su Guía de Orquesta para jóvenes (1946), o sus canciones infantiles Friday afternoons.
Su cercanía al mundo de la infancia también le inspiró obras como Ceremony of Carols (1942), una deliciosa colección de villancicos para voces blancas con acompañamiento de arpa, o la missa brevis (1959), escrita para los niños del coro de la catedral de Westminster. Su concepción musical se podría calificar de neoclásica, en tanto que aboga por la racionalidad y pulcritud en la escritura, la perfección formal, la revalorización de la música pura (como en su Simple Symphony, 1934), pero no por ello renuncia a la expresividad, manifestando el dolor de un espíritu sensible ante los terribles acontecimientos bélicos que le tocó vivir, como en su sinfonía fúnebre o su réquiem de guerra, o la alegría de vivir de su Sinfonía Simple. Su sensibilidad poética le lleva a poner en música textos de la lírica inglesa desde el siglo XV en Ceremony of Carols, pasando por Shakespeare y los románticos Shelley o Tennyson (Serenata, Nocturno) a autores del siglo XX como Wilfred Owen o W. H. Auden (Himno a Santa Cecilia).
Rinde homenajes musicales, como no, a la gran figura de la música inglesa del barroco, Henry Purcell, pero también al gigante del renacimiento español, Tomás Luis de Victoria. En suma, se trata de uno de los grandes autores del siglo XX, que supo hacer uso de las innovaciones musicales de la primera mitad del siglo de una manera personal, sin romper el hilo de la comunicación con un amplio público y asumiendo los fundamentos de la gran tradición musical europea.