Hombre y mujer

FORUNIVER es una Escuela de valores humanos que pretende suscitar el encuentro con los valores de sentido –los que pueden llenar el corazón humano-. Se ofrece como un ámbito de encuentro y de amistad en el que se dan cita profesores, alumnos y profesionales de diferentes campos para reflexionar juntos sobre un tema esencial, en este caso:

Es todo el ser humano, en todas sus facetas, el que está modalizado sexualmente: es todo mi yo el que es persona masculina o femenina. Esa diferencia, en lo biológico, algunos genetistas calculan que es un 3%, mientras que el 97% restante de nuestro organismo sería del todo similar. Pero se halla en cada célula de nuestro cuerpo; además existen diferencias claras en la estructura y funcionamiento del cerebro de la mujer y el del varón.

Pero ante todo es también la individualidad más íntima de la persona, el yo, el que es masculino o femenino. La sexualidad no existe como entidad en sí misma. Lo que existe propiamente son las personas sexuadas, personas masculinas y personas femeninas, y su naturaleza sexuada abraza en unidad tanto el alma como el cuerpo.

Esa diferencia forma parte sustantiva de la propia identidad y se ordena no sólo a la generación sino a la complementariedad y a la comunicación íntima de las personas.

Hombre y mujer, iguales en naturaleza dignidad, derechos y responsabilidad, son asimismo, por naturaleza, diferentes y complementarios. La persona en cuanto varón es para la mujer, y en cuanto mujer es para el varón; como la mano derecha respecto de la mano izquierda; si no hubiera más que manos izquierdas, no serían izquierdas. Esta complementariedad se refiere a la genitalidad y a la entera condición sexuada de la persona humana, y se extiende a todos los ámbitos de las relaciones humanas en la familia y en la sociedad. El hombre y la mujer como tales nacen y también se hacen. Pero el alcance de su hacerse se basa en el orden de una naturaleza dada y a la vez abierta. La persona es mucho más que un “rol socialmente construido”.

Más aún, el conocimiento de la propia identidad sexuada se produce ante y gracias al otro sexo: El hombre y la mujer son recíprocamente “espejos” en que cada uno descubre su condición. Hay un elemento de asombro, condición de todo verdadero conocimiento, como afirma Julián Marías, que ayuda a que el encuentro con el otro modo de ser persona haga descubrir el propio modo de serlo. Es la aportación de la otra persona la que ayuda a crecer de acuerdo con el modo de persona que se es. La atracción que existe entre ambos sexos radica, aún más que en la pulsión fisiológica, en el misterio enriquecedor que se intuye en el otro modo de ser, en el diverso modo de sentir, de percibir, de valorar, de dar y de recibir, de amar y de ser amado.

En nombre de todos cuantos hemos puesto nuestro entusiasmo mejor en esta aventura ilusionante, te envío nuestra invitación más cordial.

FORUNIVER es una amistad que crece. Te esperamos. No vengas solo/a.

Gaudeamus!

Andrés Jiménez Abad, director pedagógico.