Belleza y arte

No pudo ser... El percance sufrido por nuestro querido profesor Santiago Arellano nos ha obligado a posponer este encuentro al verano, confiando en que nuestro querido amigo y maestro se reponga y vuelva lo antes posible. Pero tenemos también la dicha de contar con un extraordinario ponente que asumirá su ponencia, nuestro admirado y querido profesor José Ramón Ayllón, filósofo y escritor reconocido. Gracias, de corazón.

La belleza no es solo un fenómeno deslumbrador, como esas maravillas que en ocasiones nos fascinan: paisajes y fenómenos de la naturaleza, sinfonías espléndidas, una magnífica edificación, el admirable modo de afrontar la vida de algunas personas… También -como una música misteriosa que se entrelaza con nuestra vida diaria- se halla presente en muchas de nuestras experiencias cotidianas: la ropa que vestimos, la forma de decorar nuestro hogar, la música que nos encanta escuchar, los parajes que nos gusta visitar de vez en cuando, la presencia en nuestras ciudades de espacios ajardinados... Multitud de detalles y gestos que nos hacen agradable el vivir.

En esas experiencias nos reflejamos y nos encontramos en cierto modo a nosotros mismos. Es un hecho muy sugestivo que el ser humano se hace a sí mismo según el modo en que concibe la belleza, es decir, según el modo de percibir el mundo y su sentido.

Cuando hablamos de la belleza no estamos hablando de un capricho subjetivo, sino de una necesidad universal de la persona. Sin ella, la vida es un desierto espiritual; con ella convertimos el mundo en nuestra casa, y al hacerlo ampliamos nuestras alegrías y encontramos consuelo para nuestro dolor. Se trata de una experiencia humana singular, de un camino privilegiado que nos permite asomarnos al orden profundo de la realidad y a lo humano permanente, presentes también en nuestra vida cotidiana. En la experiencia estética el mundo se muestra ante nosotros como portador de algo que a la vez lo expresa y lo trasciende: armonía, perfección, gracia, encanto..., un “algo más” que la simple suma de sus elementos.

El ser humano, cautivado por el esplendor de lo real, se convierte a su vez en instrumento de la belleza y contribuye a recrearla mediante la expresión de sus sentimientos. Se ha dicho que “de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt 12, 34); pero esa sobreabundancia que alimenta la creatividad humana también se sirve de otros medios: las líneas y los colores, los sonidos, la materia, las palabras, la configuración de espacios acogedores… Y así, de la mano y del sentir de algunos seres humanos -los artistas- surgen el poema, la escultura, la canción, el cuadro, el drama… el arte, en fin.

El encuentro con la belleza tiene un poder transfigurador. Pero requiere la capacidad de asombrarse y de contemplar: una forma de mirar y de escuchar que no es simplemente la de los sentidos. Es más bien la del corazón, la del espíritu humano. No es un simple placer. Es, propiamente hablando, gozo.

Por eso hemos titulado este Encuentro:

La presencia del COVID-19 nos aconseja aún realizarlo online, a la espera del ansiado momento de vernos y encontrarnos de forma presencial. Lo haremos a través de ZOOM, en directo, para lo cual necesitaremos que os inscribáis antes del 18 de julio indicando vuestro teléfono y dirección electrónica para recibir la invitación correspondiente. El número total de plazas disponibles es de 100 y se cubrirán por orden de petición.

FORUNIVER es una Escuela de humanismo que pretende suscitar el encuentro con los valores de sentido, a los que en el fondo aspira el corazón. En nombre de todos cuantos hemos puesto nuestro entusiasmo en esta aventura, te envío de nuevo nuestra invitación más cordial. Te esperamos en Internet (Zoom) el 24 y 25 de julio.

FORUNIVER es una amistad que crece. Gaudeamus!

Andrés Jiménez. Director Pedagógico