Documentación
Comentarios (0)

El principito (citas)

La existencia abierta. Para lectores de El principito.

RAFAEL TOMÁS CALDERA

“Con apariencia de una obra de literatura infantil (y acaso lo sea), el libro recoge como una doble trayectoria, la del Aviador y la del Principito, los personajes principales, hacia el encuentro consigo mismo y con una nueva y más profunda manera de mirar la realidad. Resulta así la trasposición simbólica de un itinerario interior, un proceso de maduración en el cual se alcanza lo que podría denominarse una existencia abierta.

Presenta también, por contraste, la radiografía de una sociedad condicionada por la cantidad y lo funcional o, en términos más generales, una imagen de la existencia del hombre encerrado en sí mismo. Porque la narración tiene sobre todo significación en la intimidad de los personajes. No hay casi aventura. O, más bien, solo la hay en cuanto dispone para el evento íntimo. De esta manera, muestra un camino hacia la sabiduría de la infancia, esa que nos ha sido propuesta -en el Evangelio- como arquetipo de la realización humana…

Hay en nuestra obra expresión figurada de unos contenidos y de una experiencia que permite diversas lecturas a diversos niveles, tal como ocurre con esas obras clásicas que crecen con sus lectores sin perder nunca la inmediatez inicial de su forma acabada…

Acompañar al Principito en su viaje; compartir la experiencia del Aviador en el desierto; recoger el mensaje del zorro, puede ser para nosotros una invitación a trascendernos. A tener calma, a contemplar. A recobrar esa ingenua y limpia mirada del niño, abierta a la experiencia del mundo.”

* * * *

Pamela Lyndon Travers
Novelista australiana (1896-1996) Creadora de Mary Poppins

“¿Es El principito un libro para niños? ... Reúne ciertamente las tres cualidades fundamentales que tienen que poseer los libros para niños: es verdadero en el sentido más profundo, no da explicaciones y tiene una moraleja, por más que esta moraleja tan especial concierna más a los adultos que a los niños. Para captarla hace falta un alma elevada más allá de sí misma por el sufrimiento y el amor, es decir una especie de sensibilidad que por suerte no es habitual en los niños… Está claro que los niños ven de manera natural con el corazón. Lo que es esencial lo perciben con claridad. El pequeño zorro los emociona sencillamente porque es un zorro. No pretenden conocer su secreto. Lo olvidarán y les hará falta volver a encontrarlo.

Por eso pienso que el principito iluminará a los niños con una luz indirecta. Les llegará, penetrará en lo más recóndito y permanecerá en ellos como un pequeño resplandor que se les revelará cuando sean capaces de comprenderlo.

No podemos dar marcha atrás y volver a ser niños. Ahora ya somos demasiado mayores y hemos de permanecer en nuestro estado, pero quizá hay una manera de reencontrar el mundo de la infancia. O, mejor aún, de hacer revivir en nosotros el niño que fuimos de forma que podamos reconsiderar las cosas con los ojos de la inocencia.”

PAMELA L. TRAVERS


En el Equipo Pedagógico Ágora trabajamos de manera altruista, pero necesitamos de tu ayuda para llevar adelante este proyecto


¿Por qué hacernos un donativo?


Esta web utiliza cookies. Para más información vea nuestra Política de Privacidad y Cookies. Si continúa navegando consideramos que acepta su uso.
Política de cookies