El colegio de las Teresianas, en el corazón de Gaudí
José Manuel ALMUZARA
“Desde que conocí que Gaudí se inspiró en as siete moradas de santa Teresa de Ávila para realizar, por encargo de san Enric d’Ossó, el proyecto de un colegio y convento-residencia de la Congregación de Religiosas Teresianas en Barcelona me asombré y aumentaba mi admiración por él. Edificar un edificio que ayudara a las personas que lo iban a usar a vivir su vocación, su vida de amor y entrega me pareció algo genial.
El Papa Benedicto XVI comentó en la homilía pronunciada el 7 de noviembre de 2010 en la Consagración del templo expiatorio de la Sagrada Familia: “Esto lo realizó Antoni Gaudí no con palabras sino con piedras, trazos, planos y cumbres. Y es que la belleza es la gran necesidad del hombre; es la raíz de la que brota el tronco de nuestra paz y los frutos de nuestra esperanza. La belleza es también reveladora de Dios porque, como Él, la obra bella es pura gratuidad, invita a la libertad y arranca del egoísmo”.
Creo que estas palabras también se cumplen en el colegio de las Teresianas.
Las visitas realizadas, acompañados por el amor y la pasión de la hna. María de los Ángeles con el apoyo de la hna. Mercedes, es un tiempo para descubrir en el “CASTILLO” la simbología de las moradas de santa Teresa y la arquitectura de Gaudí, el espíritu de san Enric d’Ossó, con una frase tan necesaria de este santo “educar a un niño es educar a un hombre, y educar a una mujer, es educar a una familia”.
La belleza, la sobriedad exterior del Castillo, contemplando el edificio de Gaudí, su arquitectura y sus detalles simbólicos, nos lleva a “ver este castillo tan resplandeciente y hermoso, esta perla oriental, este árbol de vida que está plantado en las mismas aguas de la vida, que es Dios”.
Nos acercamos a la entrada al castillo, “nada te turbe, todo se pasa”, “la puerta para entrar en este castillo es la oración”, queremos conocer, descubrir las moradas, queremos saber “qué hay en aquel tan precioso lugar ni quién está dentro ni aún que piezas tiene…habréis oído en algunos libros de oración aconsejar al alma que entre dentro de sí; puesto esto mismo es”.
Y este edificio singular, estas formas, este castillo nos lleva a considerar la humildad…
“…que la humildad siempre labra como la abeja en la colmena la miel… la abeja no deja de salir a volar para traer flores; sí el alma en el propio conocimiento…”
Vamos conociendo, asombrándonos ante las dependencias, los arcos parabólicos, la luz, los materiales… santa Teresa y Gaudí nos llevan a “poner los ojos en el centro, que es la pieza o palacio adonde está el Rey…”.
En la visita al colegio de las Teresianas, escuchando a la hnas. Mª Ángeles y Mercedes, con capacidad de asombro, descubrimos la inspiración de Gaudí como:
- Hombre en la naturaleza, (especialmente con la luz y el asoleo, la ventilación),
- Creyente, con las siete moradas de Santa Teresa de Jesús y el espíritu de san Enric d’Osso, y
- Arquitecto con la normativa, materiales, estructura (los dos patios interiores, a modo de claustros, con unos pasillos espectaculares, de gran luminosidad).
Del colegio de las Teresianas asombra el “Castillo” con sus fachadas, armonía, composición, austeridad, y los detalles constructivos (arcos parabólicos, columnas salomónicas, bóveda catalana, almenas) y ornamentales, la forja (la puerta principal de acceso es una obra de arte, impactante, bella), los birretes, los anagramas y la carpintería interior.
Como resumen y arquitecto destacaría la importancia que Gaudí nos transmite en este edificio:
- La seducción: “toda obra de arte debe ser seductora -en esto reside la universalidad, ya que atrae a todos, entendidos y profanos-; cuando por una rebuscada originalidad se pierde la cualidad de la seducción, no se produce obra de arte”,
- la armonía: “para la armonía, esto es el equilibrio, es necesario el contraste; luz y sombra; continuidad y discontinuidad; convexidad y concavidad, etc.”,
- las cosas bien hechas: “para hacer las cosas bien, cabe, primero, amor por ellas; segundo, la técnica”, y
- el trabajo: “el trabajo es fruto de la colaboración y ésta solo puede basarse en el amor”.