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La lírica tradicional castellana

Mil años de presencia. Desde los orígenes (siglo XI) hasta nuestros días

La lírica tradicional castellana

Con el nombre de Lírica Tradicional, aunque de manera común se emplea para designar una corriente estética que arranca en el siglo XI con las jarchas, se manifiesta en las cantigas de amigo de los siglos XII y XIII y aparece en el siglo XV de manera pletórica en la Corte de Los Reyes Católicos con el nombre de villancico, la cultivan los grandes poetas del XVI y XVII y llega al siglo XX en la corriente neopopular de la Generación del 27, con obras tan logradas como Marinero en Tierra de Alberti o Federico García Lorca. Algunos consideramos que en las canciones regionales encuadradas en el folklore pervive, lo mismo en las letras de nuestras jotas que en el cante jondo andaluz, que en el resto de manifestaciones regionales, el alma de aquellas canciones medievales. Esta tradición constituye la corriente popular hasta nuestros días, como alternativa de la corriente culta, configurada por Garcilaso de la Vega en la primera mitad del siglo XVI.

LAS JARCHAS (EN EL MARCO DE LAS PRIMITIVAS LÍRICAS HISPÁNICAS). LA PRIMERA MANIFESTACIÓN AMOROSA EN LENGUA ROMÁNICA

La publicación en 1948 del descubrimiento de las jarchas (1946) por el hispanista judío Stern [M.ESTERN,Samuel:”Les versfinaux dans les muwasajas hispano-hebráicas.Une contributioná l’histoire du muwasajas et a létude du vieux dialecte espagnol mozárabe” en Al-Ándalus, XIII, 1948, páginas 299-436] en moasajas hebreas, cambió el panorama sobre los orígenes de la lírica en lenguas romances. Después de Stern vinieron los grandes maestros Dámaso Alonso [ALONSO, Dámaso: Obras completas, II. Estudios y ensayos sobre literatura. Editorial Gredos, Madrid 1973.], Margarita Frank Alatorre [FRANK ALATORRE, Margarita: Estudios sobre lírica antigua. Editorial Castalia, Maadrid, 1978], Menéndez Pidal [MENÉNDEZ PIDAL Ramón::De primitiva lírica y antigua épica. Editorial Espasa-Calpe, Colección Austral, nº 1051, Madrid ,1977.], y sobre todos Don Emilio García Gómez [GARCÍA GÓMEZ Emilio: Las jarchas romances de la serie árabe en su marco. Sociedad de Estudios y Publicacaciones, Madrid, 1965] que descubrió nuevas jarchas en los escritores árabes de los siglos XI y XII.

La poesía provenzal tenía el reconocimiento unánime de ser la más antigua y la de mayor maestría y variedad temática. Su prestigio avaló a los trovadores que la difundieron a través del camino de Santiago y dejaron su presencia granada en Cataluña, Navarra (corte de los Teobaldos) y sobre todo en Galicia. No otras son las cantigas de amor, las cantigas de amigo y las de escarnio y maldecir. Las más sencillas y emotivas eran las de amigo. Sin embargo no encontramos en Provenza ninguna composición anterior al siglo XII.

El hallazgo de las jarchas adelantó en un siglo (año 1040) el origen de la lírica romance y le dio la primacía a la lengua mozárabe hablada en el territorio musulmán de la España visigótica fragmentada. El mozárabe es el dialecto hablado por los hispanorromanos católicos que permanecieron en los dominios musulmanes tras la invasión y conquista en el año711. Como otros dialectos derivados directamente del latín fueron más tarde integrados en el castellano.

¿Qué son las jarchas? Breves poemas líricos en que una jovencita casi adolescente manifiesta su quejas e incertidumbres amorosas a su madre o a sus hermanas o a sus familiares. Esta poesía la cantaban las gentes como expresión de sus sentimientos de amor. Más que de poesía escrita se trata de literatura oral, transmitida, gozada vitalmente por el pueblo. Su destino hubiera sido, como ocurrió con tantos otros géneros, desaparecer.

Lo sorprendente es que los poetas cultos árabes y judíos se prendaron de estos poemillas y nada menos que los incrustaron en sus artificiosas composiciones cultas como coda o remate aparentemente extraño, pues aunque escritas con los trazos gráficos hebreos o árabes (aljamia), utilizaban la lengua mozárabe, es decir que no las incorporaban traducidas. A las composiciones cultas las conocemos con el nombre de moasajas. La jarcha aparece como perla extraña incrustada en la estrofa final. Uno de los poetas que las compuso con mayor éxito fue el judío tudelano, médico y poeta, Jehudá Ha Leví.

¿Qué pudo llamar la atención de estos refinados y cultos poetas cortesanos para incorporar dentro de una poesía temáticamente sensual hasta el erotismo y formalmente exuberante, una poesía sencilla, directa, fresca y verdadera? Yo diría que el candor de la mujer cristiana en contraste con la voluptuosidad del sensualismo oriental. La verdad humana de los sentimientos expresados por las jovencitas nos conmueve por su inocencia y candidez incluso cuando con ingenio rozan la malicia.

Veamos algunos ejemplos de jarchas representativas, también de Jehudá Ha Leví:

VAYSE meu corachon de mib,
ya Rab, ¿si se me tornarád?
¡Tan mal meu doler li-l-habib!
Enfermo yed, ¿cuándo sanarád?
[El corazón se me va de mí. Oh Dios, ¿acaso se me tornará? Tan fuerte es mi dolor por el amado! Enfermo está, ¿cuándo sanará?]

2

¿QUÉ faré yo o qué serád de mibi?
Habibi,
non te tolgas de mibi!
[Amigo, ¡ no te apartes de mí! ¿Qué haré, qué será de mí si tú me dejas?]

3

GARID vos, ay yermanelas,
¿cóm’ contener é meu mali?
Sin el habib non vivreyu
ed volarei demandari.
[ Vosotras, oh hermanillas, ¿cómo refrenaré mi pesar? Sin e1 amado, yo no viviré, y volaré a buscarlo.]

El hallazgo de esta lírica, no sólo perdida sino ignorada y desconocida, sirvió para explicar la estirpe de los villancicos castellanos del XV y de las cantigas y canciones de amigo de la poesía provenzal y de la galaico-portuguesa (XII-XIII). No podía ser de otra manera: en el principio estaba el sentimiento del amor, como vivencia que impulsa a dejar casa, padres, familia, por construir una nueva.

El zéjel y la moaxaja

Abordamos una cuestión métrica importante. Estamos hablando de dos formas estróficas de origen árabe. La moaxaja escrita siempre en árabe culto es una estrofa compleja, compuesta de 1º unos versos que llamamos “cabeza”; 2º unos versos monorrimos, que constituyen “la mudanza”; 3º unos versos de vuelta; 4º unas palabras de transición y 5º la jarcha. La moaxaja, a juicio de García Gómez, nace por evolución natural de la cásida, serie indefinida de versos monorimos. La moaxaja la utilizaron también los escritores hebreos.

El zéjel proviene de la moaxaja, pero escrita en árabe popular. Su estrofa es más sencilla. Está compuesta de tres partes: estribillo inicial (aa), mudanza (bbb) y vuelta (a). Esta estrofa es la más frecuente en la lírica de tipo tradicional castellana, recorre toda la edad media: es la forma preferida por el Arcipreste de Hita para sus poemas en Loor de la Virgen, y desemboca en los villancicos del siglo XV, con fidelidad a la “mudanza” tradicional o con variaciones de rima que la hacen más compleja. Al ser recogida en los Cancioneros de los siglos XV y XVI, especie de antología, se la conoce también con el nombre de poesía cancioneril. Junto con los romances, constituye la poesía popular castellana por excelencia y llegará a ser la corriente complementaria (para algunos como Cristobal de Castillejos, antítesis) de la poesía culta de origen italiano. La cultivaron los grandes poetas de la corte de Isabel la Católica del siglo XV- XVI, (Ambrosio de Montesinos, Juan de la Encina, Gil Vicente entre numerosos poetas incluido el mismo Garcilaso de la Vega) Baste recordar la delicada poesía popular de Lope deVega o la de Góngora. Toda la poesía lírica de Santa Teresa de Jesús pertenece a esta tradición o corriente poética. Y llega al siglo XX en las corrientes neopopulares de la Generación del 27 y seguimos encontrándola en manifestaciones de carácter popular como en jotas o seguidillas.


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