Cine y valores
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El show de Truman

¿No has tenido la impresión de que tu vida es dirigida en una dirección?

Por Jerónimo José Martín

El Show de Truman, Peter Weir


The Truman Show


Director: Peter Weir. 1999.
Produce: Universal, EE.UU.
Guión: Andrew Niccol.

Interpretes: Jim Carrey, Ed Harris, Laura Linney, Noach Emmerich, Natasha Mc Elmore, Brian Delate, Peter Krause.

Duración: 100 min.

El Show de Truman, Peter Weir

El australiano Peter Weir (Gallipoli. El año que vivimos peligrosamente. El club de los poetas muertos) no dirigía desde la fallida Sin miedo a la vida. La espera ha valido la pena, pues en El Show de Truman repite la alta calidad visual y dramática de sus mejores obras.

El original guión de Adrew Niccol (que debutó brillantemente como director en Gattaca) se centra en Truman Burbank (Jim Carrey), un joven ingenuo que protagoniza sin saberlo el culebrón televisivo más largo y mundialmente popular. Hace 30 años, todo el mundo asistió en directo a su nacimiento y, desde entonces, ha seguido cada segundo de su vida en la idílica Seaheaven. En realidad, esta ciudad no es más que un gigantesco plató en que miles de actores han dado forma a la vida cotidiana de Truman, espiada paso a paso por multitud de sofisticadas cámaras de televisión. Un día Truman comienza a plantearse si no será mentira todo: su familia, sus amigos, sus vecinos... Así que decide desafiar el orden establecido. Esto le enfrenta a la poderosa trama económica que ha generado la serie, y a su propio creador, el mítico productor Christof (Ed Harris), quien se plantea eliminar a su criatura, al igual que un día le dio su existencia ficticia. Todo ello, claro, en el más riguroso directo.

Además de perfilar muy bien a todos los personajes –sobre todo a Truman- y de integrar en difícil equilibrio el drama, la comedia y la denuncia social, el guión de Niccol sale airoso del desafío de hacer creíble la historia y disimular sus trampas. Consigue así un relato muy equilibrado, hilarante, conmovedor o reflexivo cuando es necesario, pero sin subrayados poco sutiles.

Consciente de la calidad del guión, Peter Weir se ciñe a él con gran rigor narrativo y una férrea dirección de actores. Esto impide a Jim Carrey caer en su habitual festival de muecas y le permite levantar poco a poco una soberbia caracterización, que alcanza cotas de gran dramatismo en el electrizante mano a mano final con Ed Harris. Weir sólo se permite ciertas libertades en su delirante planificación, determinada por los diversos formatos, posiciones y calidades de imagen de las cámaras de televisión que siguen a Truman. Esto, unido a una ambientación años 50 y a una curiosa partitura musical, da a la película un look muy particular, de extravagante atractivo.

El tono es más bien ligero, pero no devalúa las certeras críticas a la manipulación televisiva –que emboba las inteligencias e impide distinguir entre realidad y ficción- y, en general, a una sociedad sentimentalizada, materializada y consumista, que sólo es capaz de descubrir la dignidad humana cuando se la enfrenta cara a cara con el sufrimiento o con la muerte.

... Pero, aun así, se le pasa pronto. (Apuntes del guión)

1.- Presentación (del programa de TV): El Show de Truman es un estilo de vida. (Christof) “Todo es real... sólo está “controlado” (Marlon) La vida privada y la vida pública coinciden. (Truman ante el espejo en el curto de baño, parece que habla a la cámara y al espectador, pero luego vemos que se habla a sí mismo...)

El Show de Truman, Peter Weir
Esta ciudad no es más que un gigantesco plató en que miles de actores han dado forma a la vida cotidiana de Truman, espiada paso a paso por multitud de sofisticadas cámaras de televisión

2.- Se intercalan numerosos anuncios (publicidad encubierta) a lo largo de la emisión, mientras las cámaras siguen a Truman las 24 h. del día, en emisión directa a televisiones de todo el mundo. Esa publicidad financia el programa.

3.- Su sueño es “romper con todo” y viajar a las Islas Fiji, en las antípodas. Siempre hay algo que lo impide. En un flash back sabremos por qué quiere ir a Fiji y por qué pregunta por el teléfono de “Laura Garland” (Silvia) Su amigo Marlon intenta disuadirle de ello: le llama adolescente...

4.- En la calle reconoce a su padre, vestido de mendigo, que es rápidamente sacado del lugar (perrito sin correa...) Flash back: El miedo al mar de Truman se justifica por la muerte de su padre, ahogado mientras paseaban ambos en barca. Su madre le hace sentirse culpable a él.

5.- Su esposa hace anuncios mientras habla con él. Breves planos intercalados nos muestran a distintos espectadores que siguen el programa de TV.

6.- Flash back que acompaña su recuerdo de la chica de la que está enamorado: Silvia (Laura Garland en el programa). Planos-detalle de la pulsera verde. Ella le revela que se trata de un engaño, “Todo es un decorado”..., a la vez que se muestran su amor. Presuntamente se la han llevado a Islas Fiji.

7.- Una interferencia en su autorradio le lleva a ver el montaje que se hace en torno a él. Acude a su amigo Marlon para contarlo lo que le ocurre: “Creo que me están manipulando... ¿No has tenido la impresión de que tu vida es dirigida en una dirección?”; contemplan una puesta de sol (“el gran hombre...”)

8.- Protagoniza un intento de escapada con su mujer, en coche, tratando de burlar todas las medidas de seguridad.

9.- Crisis con su mujer, que se rinde ante un ataque de ira de Truman: “Ayudadme... ¡esto no es profesional!”. Marlon entra en escena y entonces vemos que su diálogo de amistad (“un amigo es lo más parecido a un hermano”) en realidad es parte del guión improvisado y dictado por Christof desde la “sala lunar”, el estudio central del programa, que ha programado el reencuentro con el padre de Truman. Se rompe el hilo argumental del programa televisivo y ahora sigue la acción desde el otro lado de las cámaras. La TV promete revelar al público “toda la verdad sobre El Show de Truman” en una entrevista con su director.

10.- Chrisof es un “celoso guardián de su intimidad”, según refiere el presentador de la entrevista. Vamos conociendo la verdad completa: Truman fue el primer niño adoptado por una corporación, fruto de un embarazo no deseado. Los beneficios del programa, generados por la publicidad encubierta, son comparables a los presupuestos de un Estado. Christof se defiende diciendo que “aceptamos la realidad del mundo tal como nos la presentan”.

- Silvia llama por teléfono a Christof: Éste le responde: “¿Crees que le conoces? ...Le he dado la oportunidad de llevar una vida normal: lo que el mundo debería ser.” Asegura que Truman es feliz, aunque no desde la verdad: “Si Truman estuviera decidido a descubrir la verdad, le dejaríamos. Pero prefiere su celda.”

11.- Christof acaricia en la gran pantalla a Truman mientras duerme y suena el piano durante la emisión en directo.

12.- Aparentemente la vida se reanuda con normalidad. Truman juega ante el espejo... En el trabajo le presentan a una nueva compañera, a la vez que se conoce que su mujer se ha ido. Pero consigue engañar a las cámaras ocultas y escapar en un barco llamado “Santa María”, alusión al descubrimiento del Nuevo Mundo. El “plano del héroe” se alterna con un plano de Silvia, con lo que se sugiere que el amor le empuja.

El Show de Truman, Peter Weir

13.- Desde el Control intentan reconducir la situación. Provocan una tormenta para que el pánico le haga dar la vuelta. (“-No podemos matarle en directo ante el público. –Nació en directo ante el público.”) Truman exclama: “¡Vais a tener que matarme!” El barco vuelca y está a punto de ahogarse, mientras todo el mundo está pendiente de las pantallas de televisión.

14.- Al final, el barco choca contra la pared del decorado. Su mano la toca lenta, desesperadamente. Sin sonido, con fondo musical, golpea su “jaula” y llora desconsolado. Pero camina por el borde hasta una escalera y abre una puerta. Christof decide hablarle. Lo hace “desde el sol”, produciendo el efecto de una voz divina: “-¿Quién eres? –Soy el creador... del programa de televisión que llena de esperanza y felicidad a todo el mundo... Tú eres el protagonista. ... Fuera no hay más que las mismas mentiras... Mi mundo es mejor. No tienes nada que temer. Te conozco mejor que tú mismo. Tienes miedo. Te comprendo, llevo observándote toda tu vida... (le ofrece recuerdos como si fuera su padre). Di algo, estás ante la televisión y te contempla todo el mundo...” (Silvia exclama, ante el televisor: “Señor... ¡lo conseguirás!”) Haciendo una reverencia (“buenos días, buenas tardes, buenas noches...)” atraviesa la puerta y entra en la penumbra.

15.- Silvia baja las escaleras de su casa... Alegría general de los telespectadores de todo el mundo. En un aparcamiento, como un síntoma de lo que va a pasar con todos, dos empleados se preguntan: “-¿...Y qué ponen ahora? –Mira en la guía”.- ¿Reality? ¿Show?


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